La Literatura Erótica Atrapa Cada Vez a Más Mujeres

Llamado por las editoriales “porno para madres”, es sin duda el éxito editorial más importante de la literatura mundial, incluso capaz de superar los récords de Harry Potter. La trilogía de James ya vendió 50 millones de unidades en todo el mundo, en Argentina superó los 300 mil ejemplares en 2012 y es también el más pedido en la Costa Atlántica: vendió más de 30 mil libros hasta ahora.

Pero sólo es la punta del iceberg. Debajo de la aclamada trilogía, se vienen editando una pila de títulos calientes: “Tess, una mujer pura”, libro que la autora de Grey reconoció como influencia, o “Desnuda”, primera parte de una trilogía llamada “El Affaire Blackstone”, son sólo alguno de los ejemplos de este fenómeno literario que tiene a la infidelidad, la tensión erótica o el aburrimiento marital como los lugares más comunes de sus páginas.

“Es interesante preguntarse por qué son las mujeres quienes más buscan estas historias -reflexiona la psicóloga local Ana María Martínez-. Y creo que se debe a que la mujer prefiere los relatos eróticos más que la pornografía. En el universo femenino es más interesante la literatura que un video, porque fomenta y estimula la imaginación”.

Interpretaciones al margen, el fenómeno que se evidencia en nuestra región es, como se dijo, un suceso a nivel mundial. En Gran Bretaña, por ejemplo, cadenas como “Ann Summers”, de objetos eróticos, aseguran que, junto con el libro de James, los látigos de cuero subieron las ventas 15%; los antifaces, 60%; las cintas de seda para atar las manos, 35%, y las esposas, 30%. Todos objetos que en la trilogía tienen un papel fundamental.

No es un destape femenino como lo fue en los sesenta el usar minifalda o ponerse una bikini. Mucho menos una revolución de género como alguna vez fue reclamar por la igualdad de derechos.

Tal vez ni siquiera marque un antes y un después, pero así y todo editores y libreros se frotan las manos ante un fenómeno que tiene a las mujeres como protagonistas y a las historias de sexo como escenario principal: el de los libros de literatura erótica o “porno soft” destinados a ellas.

Con la trilogía de Grey que escribió E.L. James como punta de lanza, la tendencia la confirman en cualquier librería de la Ciudad y se hace notoria en las playas de la Costa, donde mujeres de entre treinta y sesenta años leen las historias y sus escenas de sexo explícito sin sonrojarse.